Las palabras son nuestras. Delatan nuestro pensamiento y aquello
que sentimos al pronunciarlas y, a la vez, ocultan nuestros deseos, nuestros
miedos y nuestras frustraciones cuando las callamos. Todas están ahí, todas nos
representan y en todas hallamos símbolos que nos definen en nuestra cultura.
Éste ha sido el
punto de partida de la exposición que los alumnos de 1º de Bachillerato de
Lengua castellana y Literatura han creado en el IES “Fuente Roniel” de Fuente
del Maestre. Un trabajo, al que han dedicado más de dos meses, y que ha sorprendido al resto de la comunidad
educativa por su sensibilidad
Quisimos pensar en las posibilidades de
36 palabras, en el sentido que adquieren cuando les asociamos una fotografía
que tiene que ver con nuestra propia imagen, con la cotidianeidad de los
adolescentes. Y, entonces, descubrimos que el AJETREO se halla en nuestra mesa
de estudio, que TIERRA es también una traje regional o que el adjetivo EXHAUSTO
puede llevarnos a la historia de un suicidio en la Extremadura rural más
profunda
Aún faltaba algo más: el azar, siempre caprichoso y certero, se ha puesto de lado de la creación artística. Porque el azar ha permitido que se contrapongan CALMA y BORRASCA, él mismo ha unido la palabra PRINCIPIO a SUPERACIÓN para mostrar una misma historia con dos protagonistas que afrontan las dificultades desde el optimismo; quizás, por ello, la palabra que los sujete sea SOSTENER. El azar, finalmente, es el que ha querido que la última obra haga referencia al tiempo que nos queda: VIDA.
Aún faltaba algo más: el azar, siempre caprichoso y certero, se ha puesto de lado de la creación artística. Porque el azar ha permitido que se contrapongan CALMA y BORRASCA, él mismo ha unido la palabra PRINCIPIO a SUPERACIÓN para mostrar una misma historia con dos protagonistas que afrontan las dificultades desde el optimismo; quizás, por ello, la palabra que los sujete sea SOSTENER. El azar, finalmente, es el que ha querido que la última obra haga referencia al tiempo que nos queda: VIDA.
Fran Amaya.
